Derrota aplastante y dolorosa la sufrida ante el indiscutible líder de la liga, el Sevilla, que con un 0 - 9 cumple con los dos adjetivos que se ha calificado la derrota. Aplastante, no hay discusión por el resultado, y dolorosa, porque la imagen del equipo sanroqueño no fue la más adecuada.
Y eso que la primera parte no comenzó mal. Dos equipos que se tanteaban, pero buscaban intensidad e ir a por el partido. Diez minutos de lucha en el centro de campo, sin dominador claro, que presagiaba un partido disputado. Dos errores nuestros iban a desequilibrar el partido para los visitantes, y a partir de ahí, volvieron los fantasmas de la ida. La desconfianza y el miedo se apoderaron de casi todos los futbolistas, y el nivel bajo considerablemente. Hasta tres veces más vería puerta el Sevilla en la primera mitad.
La segunda mitad el guión no varió. El San Roque esperando a que el árbitro pitara el deseado final del encuentro, y el Sevilla aprovechando que los jugadores "no estaban" para seguir haciendo de las suyas. Otros cuatro goles más caerían en la segunda mitad.
De nada sirvió el 1 - 6 logrado en la copa de primavera el jueves para darle confianza a los futbolistas. De nada ha servido venir haciendo unos buenos partidos estas últimas jornadas. No se trata del resultado, ni de la derrota. Habrá que seguir trabajando, e intentar ganar la ultima jornada de liga para así asegurar la tercera plaza, por lo que pueda pasar.
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