Mi hijo aterrizó en el San Roque hace casi cuatro años.Al principio, cuándo mi marido y yo decidimos apuntar a nuestro hijo en el club, lo hicimos por razones sencillas y obvias: era una forma de que el niño hiciera deporte en equipo(algo que nunca había hecho en competición) y era cómodo, porque los entrenamientos siempre han sido al lado de casa.
Entras en desconocimiento absoluto de lo que es un club como el San Roque.Nosotros, los padres y me incluyo la primera, solemos protestar absolutamente por todo.Hay semanas en las que en San Roque parece que nos molestara más que nos ayudara: que si el niño viene hasta arriba del albero y estamos hartas y cansadas de lavar ropa cuyo color amarillo no sale por mucha lejía que le eches, que si hay que pagar una cuota(ínfima, por otra parte, a pesar de saber el esfuerzo que nos supone en tiempos de crisis), que si ahora tenemos que comprar equipaciones( fundamental exportar seriedad y estar bien uniformados porque es pilar básico de esto último), que si ahora hay que pagar un reconocimiento médico( salud para ellos,seguridad para nosotros) y que si tenemos que madrugar un sábado para ir a la quinta "puñeta"(con perdón), para que el niño juegue el partido, nos hartamos de pasar frío en invierno y calor en verano y en definitiva, que cuándo llega junio y se acaba la temporada, es como si nos quitaran una losa de encima: ¡por fin libres!
Pues todo lo que he enumerado arriba me ha pasado a mí y estoy segura de que a muchos de los que estáis leyendo esta entrada.
Y vamos a la segunda cara de la moneda.
Casi todos desconocemos lo que hay detrás de este club.Desconocemos que está considerado como unos de los mejores club de fútbol base de Sevilla( y no lo digo yo, que de fútbol no sé ni papa, lo dicen los que saben y entienden,que a esos sí los conozco).Desconocemos que jugamos al fútbol con alta calidad gracias a un grupo de entrenadores que merecería entrada aparte pero a los que me voy a referir brevemente.Nuestros niños y la zona de Sevilla en la que se encuentra ubicada el club hace que el ambiente que se respira sea un ambiente muy adecuado para la formación íntegral del niño( creedme que hay otros clubs que no pueden decir lo mismo) pero os digo, corazón en mano, que los valores que nuestros niños están recibiendo día a día de sus entrenadores son los mejores valores que un niño puede aprender en edades tan complejas como tienen los nuestros.Desde el primero hasta el último, merecen nuestro agradecimiento y ayuda.Porque su trabajo es vocacional, porque entrenar a nuestros hijos, además de muchas veces costarle el dinero de su bolsillo, les cuesta su "tiempo"(¿eso no es cuantificable y valorable?) y somos todos(me incluyo), los que a veces no los ayudamos tanto como merecen, criticando sus decisiones deportivas o disciplinarias.Es muy difícil entrenar a chavales ,dedicarles tus horas libres y hacer equipos como los que el San Roque está cohesionando año tras año.Están luchando para que podamos tener, en pocos años, unas instalaciones dignas.Porque a pesar de salir llenos de albero hasta las pestañas o comidos de barro amarillo hasta la coronilla, somos el mejor club de fútbol base de Sevilla y ,a veces, cuándo paso por la puerta de las instalaciones Vicente Pichel y veo ese desierto de albero y lo que de él está saliendo, me siento cuánto menos orgullosa de lo que, tanto el presidente del club(Vicente Pichel y sus horas sin dormir disgusto tras disgusto) y su equipo técnico y entrenadores, está consiguiendo sin apenas medios.Porque con ayuda municipal y dinero, todo es sencillo, pero sin ella, los obstáculos pueden llegar a ser insalvables y gracias al tesón, el cariño y la ilusión del equipo que capitanea el club,el San Roque mejora a pasos agigantados deportiva y disciplinariamente y tengo fe en que algún día, lo que hoy es albero, sea mañana un césped verde y un ambigú dónde tomarnos una cervecita mientras nuestros hijos HACEN DEPORTE, en mayúscula.
Hoy se ha jugado un amistoso del equipo de segundo año infantil que capitanea Nacho Castillo.Rogelio, nuestro defensa, en una jugada desafortunada, se ha lesionado, rompiéndose el cúbito y el radio y justo en estos momentos, está siendo intervenido en el Virgen del Rocío.Sé que Nacho no lo está pasando nada bien y precisamente no por las consecuencias deportivas(que son evidentes, porque Rogelio es un jugador muy importante para el equipo) sino porque humanamente le preocupa "su niño".Nuestros hijos pasan en cierto modo a ser un poco de ellos y, aunque no lo creamos, llegan a conocerlos incluso mejor que nosotros mismos.Ha habido padres ayudando en todo momento al chaval y esos momentos, desgraciados en sí mismo, son los que te hacen valorar que merece mucho la pena cuidar una entidad de la que formamos parte todos,equipo técnicos, futbolistas y padres.
Esto no es más que una reflexión el alto y creo, humildemente, con conocimiento de causa porque sé todo lo que se mueve cada año para poner en pie el arranque de la temporada, que, al menos por mi parte, este club y su gente merecen una GRACIAS, merecen el cariño, el respeto y la solidaridad de todos los padres de conforman el club.Creo que su trabajo no está pagado económicamente, por supuesto, pero sí que todos deberían recibir una contraprestación de cariño por todo lo que hacen y sienten por nuestros hijos.
Y,desde aquí,un abrazo enorme a Rogelio y decirle que, además de grande en estatura, en grande en valor y se ha portado como lo que es : un futbolista valiente.Esperamos verlo muy prontito entrenar de nuevo.
Unas fotos muy emotivas de nuestro futbolista esperando la ambulancia.¡Eres un crack,Rogelio! Momentos así unen y nos hacen aún más grandes de lo que ya somos.
Un abrazo a todo el club del San Roque y gracias para siempre.
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