Jornada 25 Infantil B

Mala jornada la que ha vivido el San Roque en las instalaciones del Calavera en la mañana de sábado. El ambiente externo, que estuvo como el tiempo, manchó un partido que a pesar del abultado resultado de 7 - 1, fue un bonito partido donde el Calavera, con una gran plantilla, apostaba por la superioridad en su fútbol y el toque ante un San Roque que se batía con total dignidad e incluso intentaba jugarla con soltura, y solo los errores puntuales y la mala suerte iba a desequilibrar la balanza tan bruscamente hacia el lado calaverista.

La primera parte fue la más bonita de las dos; dos equipos que salían enchufados al máximo, presionando arriba e intentando combinar bien la pelota. Si bien el estado del campo fue más perjudicial para el San Roque y el 4 - 0 se antojaba demasiado amplio, el Calavera mostró por qué es el tercero en discordia de nuestra liga y mereció irse ganando al descanso.

La segunda parte comenzó con un San Roque más guerrillero en defensa, que se reservaba más para buenas contras ante un Calavera que no se conformaba con lo que ya tenía. Con el 5 - 0 se precipitaron los hechos, y no me gustaría mencionar culpabilidad aquí, pero el respeto a los técnicos y jugadores es básico para el fútbol base, y el mal clima que se genera desde fuera puede causar que, como justamente pasó, un futbolista de cada bando acabara en la caseta antes de tiempo. Con esto cierro este lamentable incidente, ya que como en el terreno de juego, el respeto es lo primero y esto es fútbol, no hay que intentar generar malos rollos y mal ambiente. Con esto se sucedieron 3 goles más, los dos que cerraban la cuenta del equipo negro, y uno de Juan que puso el gol del honor, más que merecido, de los visitantes.

En definitiva, no fue un mal partido del San Roque, quizás la lluvia perjudicó demasiado, pero en líneas generales se está trabajando muy bien. El martes de nuevo a ponernos las pilas para afrontar el último partido de liga con la esperanza de acabar dándoles una alegría a nuestros incondicionales.

No quisiera acabar esta crónica sin antes darle mi más sincera enhorabuena al nuestro infantil A. Tras una temporada plagada de esfuerzo, buscando un objetivo muy difícil aunque no imposible para un equipo de su talla, han conseguido colarse en el segundo puesto a falta de un partido, con la posibilidad de lograr aquello que tanto se busca: el ascenso. La alegría es doble por parte del conjunto del infantil B, ya que aparte de ser nuestro club y de ser nuestros amigos y compañeros, además nos alegramos porque ese equipo lleva una parte de todos nosotros. Enhorabuena chavales, solo queda rematar la faena.