Comenzó el partido, y como viene siendo tónica habitual, la defensa salía fría, muy fría, y en un balón dividido, uno de los mediocentros del Claret, puso el balón a las espaldas de la defensa, finalizándose la jugada con el 1 - 0. Tras esto, el equipo se asentó, y comenzó a tocar el balón y a combinar bastante bien, con unas bandas muy rápidas que hicieron trabajar mucho a sus laterales. Tocábamos, pero nos faltaba el último pase. El Claret seguía a lo suyo, intentando sorprender a la defensa con balones aéreos, y en un saque de banda llegó el 2 - 0, y poco más tarde, en una jugada con muchos rebotes, el delantero amarillo iba a poner el 3 - 0. El calor comenzó a notarse, y al final de la primera parte llegó el bajón físico, quedando una última jugada desafortunada donde, en un corner, el balón rebotó en uno de los verdes y se iba a llegar con el marcador 4 - 0 al descanso, resultado excesivo para lo visto en el terreno de juego.
Durante el transcurso de este, el colegiado se dirige al entrenador del San Roque diciéndole que debe retirar a tres futbolistas suyos del partido porque tienen dorsales repetidos. Tras insistir varias veces en que el partido estaba prácticamente resuelto y que "hiciera la vista gorda", el arbitro reitera que es ilegal y que no se puede hacer. Se consulta al entrenador local, que dice no importarle que sigan jugando estos chavales, que estaban allí para disfrutar. Finalmente, se intenta dar soluciones, poniendo esparadrapo en los números, guiándose por los nombres... sin ningún tipo de resultado, puesto que el trencilla dijo que si no quitaba a los futbolistas, suspendía el partido y culpaba al entrenador de ello. Lamentable espectáculo que se dio justo en medio del terreno de juego a vista de todos, donde él solo complicó un partido donde resaltaba nada más que lo deportivo. El entrenador se vio en la obligación de retirar a los 3 niños y nos quedamos con un solo cambio.
Pero los verdes salieron al campo conscientes de lo que había sucedido, y fruto de la inmensa rabia que tenían, en cinco minutos de máxima intensidad, Guille, con una gran asistencia de Ale Jiménez, y con una jugada de pura garra y potencia, iba a poner el 4 - 2 en el marcador. El partido se puso bronco, debido a lo sucedido en el descanso. Con el transcurso de los minutos, el cansancio se notó, y fruto de tener un solo cambio, en los últimos 10 minutos el equipo local iba a aprovechar para agravar la diferencia en el marcador, llegando a marcar 3 goles que dejarían el 7 - 2 definitivo.
Poco importaba el resultado. El protagonismo deportivo fue para la casta y el coraje que pusieron los hombres de verde. Desde aquí, pedir perdón a Pedro, Jorge y Rubén, que no pudieron disputar la segunda parte por este altercado.
Dejar una reflexión, ya que en estas categorías, en estas edades, los niños están para que disfruten del deporte, y no llevar tan a rajatabla un reglamento.
MARTES NO SE ENTRENA. PRÓXIMO ENTRENAMIENTO: JUEVES A LAS 5 DE LA TARDE.
