Dura derrota cosechada por nuestro benjamín en la ciudad deportiva sevillista en la tarde del viernes. Un resultado aplastante de 5 - 0 que demuestra qué equipo fue el que realmente salió al campo y se quitó los complejos ante lo que tenía enfrente.
La primera parte condenó el partido; el San Roque no salió al campo, y si bien el Sevilla salía a tantear al rival y medir fuerzas, se encontraron con un equipo desconfiado y miedoso, que no le oponía ninguna resistencia a que se encajaran en su área e incluso en zona de tres cuartos no ponía intensidad. Muy merecidamente, tanto por saber leer el partido como por demérito de los verdiblancos, fueron cayendo un gol tras otro en la primera mitad, que acabó con el mismo resultado del partido, 5 - 0.
La segunda parte fue algo diferente, ya que el San Roque, conocedor ya de las pocas opciones de puntuar que tenía, se quitó en parte los complejos, y estuvo mejor colocado y más intenso en el campo. No se lograron tener muchas ocasiones, y solo hubo un par de ellas medianamente claras, pero se mejoró y se consiguió que no hubiera sangría de goles del rival.
De forma indiscutible los 3 puntos se quedaron en casa. Quizás si los visitantes hubieran jugado a la verdad podríamos haber asistido a un precioso encuentro en el que cualquiera podría haberse llevado los puntos, ya que la calidad que atesoran los sanroqueños es muy grande, pero todavía el cuerpo técnico no ha encontrado la fórmula, si es que existe, para poder entrar en el carácter de los niños, que es lo que ha condenado el partido.
Solo queda levantar la cabeza, seguir trabajando porque, al fin y al cabo, solo es una derrota, y el objetivo sigue estando en nuestra mano. Queda toda una vuelta, pero cada día estamos uno más cerca de llegar al final, y vamos a seguir luchando por volver a ser la referencia de los mortales.
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